En este primer capitulo del libro de Fotografía Plástica de Dominique Baqué es expuesta la fotografía como algo ambiguo dentro de un contexto artístico plástico que desemboca de estilos relativamente nuevos y muy alternativos como lo son el happening , el fluxus, el performance, land art, action painting entre otros.
La fotografía en estos casos no es tomada como un documento , tal ocurre en la mayoría de las obras fotográficas, sino como parte de la expresión, como elemento intencional y no de registro, parte de la expresión y aunque los estilos antes mencionados tienen una naturaleza que los descontextualiza de un lugar convencional para exhibirlos (museos) y su esencia misma es la actividad, la interacción con el espectador(”debido a esa especie de congelación que le es propio, la fotografía suspende, bloquea el flujo de la acción y solo restituye una ínfima parcela de la dramatización que ha tenido lugar.”) y el momento inmediato ,sin embargo, la fotografía aquí no limita la acción artística plástica , sino, permite, sugiere el autor que el espectador trate de descifrar la acción en el imaginario.
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